01 setiembre 2007 - LA VELA PUERCA - VELÓDROMO MUNICIPAL









Dos años que parecieron una eternidad para el pueblo puerco; dos años que parecieron un instante cuando al primer acorde se desató la misma fiesta de siempre. La Vela volvió a casa y no vino sola, sino que trajo “El Impulso”, un disco que bucea en el interior de cada uno de los miembros de la banda, pero que también cala hondo en sus seguidores. Un show que jugó con el tiempo constantemente, porque los clásicos mantienen la frescura de la primera vez que los oímos, porque los temas nuevos los tenemos asimilados como si los conociéramos de siempre…

Yendo al repaso estricto del espectáculo, la apertura estuvo en las manos (y en la guitarra) de Toto Méndez y su banda, que están prontos para editar disco en poco tiempo. El sonido y la calidad característicos del Cuarteto Zitarrosa, ahora independizados en las composiciones. Varios invitados (cosa que después La Vela prácticamente no tuvo), entre ellos Fernando Torrado, Esteban Klísich y Osvaldo Fatorusso. Poco más de treinta minutos de los sonidos de tierra adentro que sirvieron para dejarnos con ganas de conocer como se vendrá ese primer disco.

Pero la gente que llenaba el Velódromo fue a ver a La Vela Puerca, así que cuando subieron al escenario todo explotó. Mucho pogo, alguna que otra bengala, y un coro constante fue lo que se vio entre la gente. El mejor juego de luces que haya tenido una banda uruguaya, pantallas gigantes, muchas cámaras (¿futuro dvd quizás?) y una banda que dejó todo fue lo que se vio sobre las tablas. Todo “El Impulso” y casi todos los clásicos (habrá que acostumbrarse, una banda con 4 discos en su haber no puede tocar toda la discografía cada vez, así que de ahora en más siempre nos iremos con la sensación de que algún tema faltó) fue lo que conformó un set list desarrollado a la perfección por una banda que impulsada por los nuevos aires dejó de lado las eras de las contraluces donde parecía que se quedaban sin energías (principalmente el cambio se vio en el enano, que afortunadamente abandonó al banco que venía siendo su aliado en los últimos tiempos, cuando tratando de crear climas intimistas solo conseguía un estado soporífero).

Volvió La Vela que todos queríamos, la que ha sido la banda de sonido del pasaje de la adolescencia a la edad adulta de muchos jóvenes uruguayos. Todos agradecemos ese impulso, esperemos que se repita pronto.



Redacción:Federico Méndez Odllakoff

Fotos: Andres Larrosa