Pese a las quejas de algunos vecinos porque el ruido podía ahuyentar a los pajaritos, el Estadio Charrúa igualmente termino siendo el lugar donde No Te Va Gustar presentó “Todo Es Tan Inflamable”, sin llenarlo pero con una más que importante cantidad de público.
Con un escenario espectacular, con tres pantallas gigantes, la cancha, que por el largo del pasto denunciaba que fútbol hace rato no ve, se iba poblando de gente, y el cielo afortunadamente se iba despoblando de nubes, despejando algunos temores que habían rondado todo el día.
Organizados como siempre (y como casi ningún otro) solo algunos minutos pasada la hora comenzaron a sonar los acordes del primer tema de la noche “De Nada Sirve”, y así se inició un show que duró tres horas justas, compacto pero no demasiado adrenalínico. Quizás la adrenalina vino de la mano de los temas clásicos y es que el nuevo disco no es el más propicio para la fiesta que tenga la banda, sino que es más un disco para ser escuchado. Otra cosa que pudo colaborar a no contagiar del todo fue el volumen de la música, que no estaba muy alto que digamos.
Pero lo importante era presentar el disco nuevo y por eso interpretaron todos los temas de este, más los infaltables de los discos anteriores, se esperaba alguna sorpresa, pero no la hubo, a lo mejor sea hora ya de que No Te Va Gustar realice algún show para tocar aquellos temas que hace mucho que no escuchamos en vivo, principalmente los del primer disco (aunque no venga al caso otra banda de la que esperamos un show de temas viejos poco tocados es del Cuarteto de Nos).
Afortunadamente los liderados por Emiliano Branchiari asumieron la responsabilidad del show que armaron y tanto el escenario, como las luces, la puntualidad, e incluso el hecho de que cada invitado que subía al escenario tuviera claro su rol y su lugar, mostraron que la banda respeta a su público y que no por nada están en el lugar que están.
Para los nuevos de la banda la ocasión era aun más importante y, tanto Diego Bartaburu (en batería), como Guzmán Silveira (en bajo, con un sonido bastante distinto al de su predecesor) aprobaron con buena nota, sin pretensiones de ocupar el lugar que quedo vacío sino buscando ganarse el propio. Pero también estuvieron presentes los anteriores miembros, tanto el Chamaco (que ahora es responsable de la producción artística), como Mateo Moreno (que cantó uno de los dos temas que son de su autoría en este disco) subieron al escenario.
El invitado que estuvo más seguido fue el Bambino Fabricio Coniberti, de Vinilo, que ayudo como segunda guitarra en varios temas, pero los dos invitados de lujo de la velada fueron Fernando Cabrera y Rúben Rada. Cabrera además compartió uno de los momentos más emotivos, cuando interpretaron el tema “El Instrumento” en homenaje a su autor, Eduardo Darnauchans recientemente desaparecido. Pero Rúben Rada no se quiso quedar atrás y fue quizas el punto musical más alto cuando recordaron un clásico de Tótem como es “Dedos”.
Redacción: Federico Méndez Odllakoff
Fotos: Andres Larrosa