Otra noche del ciclo de Rock Joven 2006, otras tres bandas nuevas, otras tres propuestas jóvenes (con un concepto amplío de “joven”), en fin, otra oportunidad para ver en que anda el semillero.
Los primeros en subir al escenario fueron los Megavolt, los más jóvenes de la noche, un quinteto con dos guitarras, bajo, batería y voz, que mostraron más faltas que presencias. Faltaban tablas, ensayos, comunicación y una idea clara de que música quieren hacer, pero todo eso se arregla con trabajo y ganas de trabajar, por suerte para ellos, algunos miembros de la banda demostraron que no todo está perdido y dentro de esa maraña de nervios y omisiones lograron sobresalir, principalmente uno de los guitarristas y el bajista que, en el único tema compuesto por el, (en el cual tocaba la guitarra) dio una buena imagen, pese a que fue el tema en el que más se notaron algunos de los errores.
Luego llegó Plan B y el cambio de situación fue evidente desde el primer acorde (hasta el manejo de las luces fue mejor). Los Plan B son una banda con muchas millas más encima y eso se nota. Un cuarteto con dos guitarras, bajo y batería con un su Power Rock a su manera, con un sonido cercano a las canciones más tranquilas de Divididos (no solo por la voz del cantante que es bastante similar a la de Mollo)y con un dejo de La Saga, por tirar un par de bandas para hacer una leve aproximación. Los mejores temas fueron el cover de Nickelback del tema “How you remind” y “Mate y silla” el tema con más difusión de la banda ya que forma parte del disco “Emergencia” distribuido gratuitamente por el diario El País en su edición digital.
Y vos que estás leyendo esto seguramente pienses que es difícil superar lo que fue “How you remind”, pero llegó C4, y literalmente nos voló la cabeza. A mitad de camino entre el Peyote Asesino y Rage Against The Machine, más rockeros que los primeros, con menos divismo que los segundos, este grupo, que en los primeros temas era un cuarteto (guitarra, bajo batería y voz), que luego pasó a ser un quinteto con la suma de percusión (si si, percusión) y que finalmente se transformó en un sexteto con la aparición de los scratch fue una verdadera bomba de sonido y energía. Hacia rato que no veía una banda nueva con un sonido tan fresco y distinto a los demás. Aunque el tema que se robo los aplausos fue “Bombtrack” de RATM no quiere decir que los temas propios fueran flojos. “Nuevo”, “DDO” o “Número Negativo” por nombrar algunas de las composiciones propias en las que por más que les agregaban efectos e instrumentos nada sonaba excesivo, todo estaba perfectamente medido para convertirse en el combo más energizante de la escena nueva. Decí que éramos pocos en la sala, porque esta banda pide pogo, mosh y todos los chiches...
Redacción: Federico Méndez Odllakoff
Fotos: Andres Larrosa
