Hasta hace algún tiempo el Teatro de Verano era la prueba de fuego de cualquier banda que deseara demostrar su popularidad. Desde hace un par de años el Velódromo pasó a ser otro escollo a superar. Pero en la noche del sábado 22 de abril, No Te Va Gustar subió aun más el listón al juntar en dos noches consecutivas a 32000 personas, llenando dos Velódromos sin tener siquiera banda telonera.
Además de esto, y por si fuera poco, fueron más allá presentando un escenario de cuatro frentes, algo pocas veces visto por estos lados, y nunca intentado por una banda nacional.
La expectativa del público, que varios días antes había agotado las entradas, era muy alta, y a pesar de que el show estaba previsto para las 21:00 ya a las 19:30 el lugar estaba prácticamente colmado.
Tal vez por la temprana llegada de la gente, el inicio del espectáculo se adelanto un poco y faltando quince minutos para las nueve de la noche se comenzó a ver por las cuatro pantallas gigantes un video con imágenes de la gira “Aunque cueste ver Europa - 2006”.
Terminado el video por fin supimos la respuesta de la pregunta de oro: ¿Cuál sería el primer tema? Finalmente resultó ser “Solo”, el primer tema del último disco hasta la fecha.
Desde el momento en que pisaron el escenario los liderados por Emiliano Branchiari captaron la atención del público mientras rotaban en los distintos frentes pese a que la gente nunca terminó de distribuirse correctamente. El show tuvo una duración total de tres horas, con un repertorio que incluyó todos los clásicos, más algunos temas que hacía mucho tiempo que no teníamos el gusto de escuchar como “Quemala” y dos canciones nuevas, “En la cara” y “Se rió de ella” temas que probablemente formen parte del próximo disco y que tienen un sonido más cercano al primer álbum, con un rock bastante más denso que el común de los temas de ntvg. En el correr de la noche hubieron varios puntos altos, como el pogo que se desató en “Tenes que saltar”, o el solo de saxo tenor de Mauricio Ortiz durante “Quemala”, o la versión lenta de “Déjame bailar”, o la versión que hicieron de un tema de La Vela Puerca, o cuando tocaron uno de los mejores temas de la banda como lo es “Reevolución”, o el tema homenaje al General Liber Seregni, o la versión de “A Don José”, o la batería del Chamaco Pablo Abdala que iba siendo rotada para que no quedara de espalda al mismo público toda la noche, pero tal vez el punto más alto fue cuando la gente notó que comenzaba “Al vacío” y empezaron a encender y apagar los encendedores en lo que se dio a llamar como un solo de chispitas.
Otra de las cosas a destacar fueron los comentarios de Emiliano, que pese a que no habló demasiado, y que estaba muy emocionado al comienzo del show, dijo algunas cosas remarcables, como “...este tema demuestra que lo que dijo algún estúpido de que nos íbamos a separar es mentira...”, que lo dijo luego de presentar el primer tema nuevo, o “... esta canción va dedicada al Chirola de Hereford y al Garo de La Trampa, que me dio esta guitarra, y a todos los músicos de rock del país, porque esta noche es de todos los que hacen rock...” o cuando dedicó el tema “Fueron” “... alguna vez el mismo que dijo que nos íbamos a separar, dijo que este era el peor tema de la historia del rock uruguayo, así que esto es para vos, gordito plagiador...”
Sobre el cierre “No era cierto” fue el broche de oro para ir cerrando un espectáculo donde ninguno de los protagonistas falló, ni el sonido que fue muy bueno, ni los músicos que se florearon cada vez que tuvieron chances (Martín Gil fue el que más se movió por el escenario y toco muy bien, igual que el bajista Mateo Moreno), ni el público que agitó con todos los temas como si fueran el último, ni siquiera el clima que transformó una noche que pintaba para frío y lluvia en una bastante primaveral brisa. Mientras el público se retiraba la banda los despedía con “Un coro de alegres muchachos” y los saludaba hasta un próximo disco.
Redacción: Federico Méndez Odllakoff
Fotos: Andres Larrosa
