“La felicidad te necesita estúpido” es el titulo de el último disco de La Chancha que esta en la calle desde hace ya algunos meses, grabado en los estudios Sondor y con colaboración de Rikki Musso y de Julio Berta en la mezcla y en la edición. En la noche del 23 de abril el grupo ahora devenido en cuarteto realizó la presentación oficial de este disco en La Estación.
Para el que nunca fue a La Estación se podría decir que es lo más parecido a un galpón (en la forma, aunque está bastante lindo), donde entra mucha gente, pero que esta bastante lejos de los ideales de acústica que uno podría esperar para un lugar donde se realizan espectáculos con tanta convocatoria, sin embargo y gracias a una muestra de claro profesionalismo de la banda y de la organización, que se bancaron una prueba de sonido de seis horas lograron que prácticamente no se notaran estas limitaciones.
Además del muy buen sonido que se consiguió hay que destacar un muy buen manejo de las luces, que sin demasiado equipo tuvieron un rol bastante importante.
A eso de las 9 de la noche aparecieron en el escenario, que se encuentra a varios metros de altura, y sin más escenografía que una bandera desataron la fiesta con “Sudaca” para un público que rondaba las 2000 personas y que rápidamente se entregó al pogo de una de las bandas referentes del rock nacional y una de las pocas bandas de culto que hay en el país, más allá de que uno comparta o no el discurso de Juan y compañía.
La gente coreaba todos los temas mientras se sucedían canciones como “La curiosidad no mató al gato” o el lamento de la vieja de “Solo estoy ocupando un lugar”, la alegría de “Me voy a Disneylandia”, la narcótica “Sicofármacos”, la plegaria de “Santa Mariguana”, la emotiva “Eliana” las clásicas como “Pan y Circo” o “Algo nos esta saliendo mal” o muy buenos temas como “La policía de la moral” o “Suicídame”.
Solo dos invitados hubieron en la noche, que fueron dos miembros de Graffolitas (banda con la que existe una especie de simbiosis ya que o bien tocan juntos o se invitan miembros entre sí) Gonzalo Pombo que tocó al igual que en el disco el violonchelo en “Los Otros” y Nicolás Bessonart que liberó de la guitarra a Juan para que cantara “Yo Jugaré”.
Algo más de dos horas y más de treinta canciones con los clásicos de la banda como los mejores momentos y con “Todos queremos ser parte del show” como cierre explosivo, aunque la energía no decayó nunca, algo difícil para un toque tan largo y donde el hecho de presentar un disco obliga a tocar algunos temas que supuestamente no eran del todo conocidos para la gente.
En definitiva La Chancha volvió a demostrar como cada vez que se presenta en vivo que tiene todo para ser una banda aun mucho más popular de lo que ya es y que podrían lograr que su mensaje llegara a mucha más gente y que lo único que se lo impide son los propios ideales de la banda que por momentos se transforman en prejuicios, aunque son totalmente entendibles y que en el fondo tengan la razón, como ellos mismos dicen “... queríamos ser independientes / gente decente, gente normal ...”.
Esperemos que haya mucha más Chancha con la misma independencia y con un público que siga en aumento a pesar de que dios no quiera cosas chanchas...
Redacción: Federico Méndez Odllakoff
Fotos: Andres Larrosa
