Contagiandose la Alegria de El Otro Yo
Si nos trasladamos hacia la localidad de Temperley en la vecina orilla en los comienzos de los años noventa el nombre de El Otro Yo empezaba a generar ruido, los hermanos Cristian y Maria Aldana. Su primer trabajo se llamo Hijos del Alien y se edito en casete (1993), un año mas tarde se edito su primer cd Traka - Traka. Este es parte del comienzo de una banda que fue golpeada por la personificación de Nirvana, Kurt Cobain. Cerca de doce discos editados entre oficiales y recopilaciones más un dvd es la mochila que lleva El Otro Yo. Que vio modificada su formación el 16 de Octubre del 2004 cuando Ezequiel Araujo compartió por ultima vez las tablas del estadio de Ferro en el festival Quilmes Rock, desde entonces el grupo obtuvo un sonido mucho mas punk (Araujo se encargaba de la parte “electrónica”) y mas poderoso que lo dejo muy en claro en su visita a nuestro país.
Esta vez el lugar fue la sala dos del Complejo Plaza, con dos bandas teloneras a las que el publico respondió con indiferencia y a lo sumo un mísero aplauso al final de cada set, igualmente la que mejor se desempeño fue Santacruz.
Mucha gente, cerca de ochocientas personas impacientes, mucho ambiente y como era de esperar el vallado que habían colocado, que se parecía mas al de una estadio de fútbol ingles, casi se viene abajo por la euforia que desato en el pogo las notas de “Traka – Traka”, que fue seguido de un popurrí de seis temas que dejo a muchos sin aire.
Bastante música y poca charla con la gente, que pudo brindar a fuerza e insistencia de Maria un “que los cumplas feliz” a Cristian que lo estaba festejando de la mejor forma, tocando.
Dos horas de show invitaron a recorrer un amplio repertorio de temas, en el que no faltaron clásicos como “Corta el Pasto”, “10.000”, “Viajero”, “La Música”, “La Tetona” y podría seguir nombrando porque la venida fue por el lanzamiento de su última placa Pirata, que son canciones grabadas en su ultima gira Interminable 3 “Viaje de Luz 2005” por Argentina.
Pero también hubo lugar para un set acústico en el cual se pudo percibir de alguna forma el mensaje que quiere transmitir la banda con su música, la sala consiguió una “Descripción” “Violet”, “Aun” “Como Una Mañana de Otoño”, que rompió la armonía con el tema “Pecadores”. Y como era de esperarse se despidieron haciendo un bis con un himno de la banda “Alegría”, que bien puede representar el principio de un axioma muy particular, el show brindado esa noche.
Quizás a muchos les cueste entender la música de esta banda, a otros capaz que le da lo mismo o directamente no les interesa y otros deliran con esencia de adrenalina pero siempre hay un otro yo dentro nuestro, es cuestión de abrirle el camino.
Redacción y fotos: Andres Larrosa